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Nueve jóvenes harán investigación de vanguardia en el CNIO gracias a la solidaridad de miles de donantes

08.06.2023

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De izquierda a derecha: Clara Reglero, Rayan Naser, Mikhail Chesnokov, Bárbara Hernando, Isabel Espejo, Ivó Hernández, Elena Jiménez y María Martínez. / Laura M. Lombardía, CNIO.

Las aportaciones de más de 2.400 ‘Amigos/as del CNIO’ ya han contribuido a que 34 científicos y científicas de excelente trayectoria sigan investigando en cáncer

Los donantes son personas, asociaciones y empresas, entre ellas L’Oréal España y su marca La Roche-Posay

Los nueve seleccionados en esta convocatoria han investigado en Reino Unido, Rusia, Arabia Saudí, Líbano, Francia, Estados Unidos y, por supuesto, en otros centros en España

Investigan en envejecimiento, cáncer de páncreas y en cómo detectar precozmente la metástasis, entre otras áreas. Sin este contrato Amigos/as del CNIO, algunos habrían tenido que dejar la ciencia

La emoción de descubrir, y de saber que lo que se descubre ayuda a otras personas, son grandes recompensas para quien se dedica a la investigación. Pero la carrera científica incluye también un largo periodo de intensa competencia por acceder a las mejores instituciones, en el que personas valiosas pueden acabar abandonando por falta de oportunidades. Las aportaciones de más de 2.400 donantes a la iniciativa filantrópica Amigos/as del CNIO están contribuyendo a que más jóvenes investigadores avancen en esta etapa postdoctoral, incorporándose al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

El Programa Internacional de Contratos Amigos/as del CNIO permite al CNIO destinar las donaciones filantrópicas a retener talento joven en España, y atraer talento internacional. Hasta ahora son 34 los jóvenes que han sido contratados a través de Amigos/as del CNIO, tras superar una exigente evaluación.

En esta ocasión los nueve seleccionados investigan en áreas de alta actividad para la comunidad científica internacional, como el envejecimiento -el origen de la mayor parte de las enfermedades que hoy nos afectan-, el cáncer de páncreas -uno de los más letales y con menos opciones terapéuticas-, o la búsqueda de biomarcadores para detectar precozmente la metástasis.

Como afirma Maria A. Blasco, directora del CNIO, los nuevos investigadores Amigos/as del CNIO “representan la vanguardia de la investigación en cáncer, nos sentimos muy orgullosos de que hayan escogido el CNIO para seguir avanzando en sus carreras”.

Isabel Espejo (Sevilla, 1994)
Grupo de Telómeros y Telomerasa (CNIO) – Fundación Humanismo y Ciencia
Contrato Amigos/as del CNIO – La Roche-Posay

El contrato postdoctoral de Isabel está financiado por L’Oréal España y su marca La Roche-Posay. Su objetivo es investigar el origen de los daños en la piel por la quimioterapia y radioterapia. En concreto, Isabel estudiará el impacto de estos tratamientos oncológicos sobre los mecanismos moleculares que controlan el estado de los telómeros, las estructuras en los extremos de los cromosomas que protegen el ADN. “Las alteraciones en los telómeros afectan a importantes procesos biológicos, desde el envejecimiento hasta el cáncer”, señala.

Para su investigación Isabel empleará la tecnología de secuenciación long-read, elegida tecnología del año en 2022 por la revista Nature Methods y que ha permitido obtener el primer ensamblaje completo de un genoma humano.

Isabel realizó su doctorado en el Centro de Regulación Genómica (CRG). Su mayor motivación para incorporarse al CNIO es “trabajar en un entorno multidisciplinar e innovador que busque soluciones a los retos de la sociedad, con especial atención a la biología molecular y la genética”.

Bárbara Hernando (Castellón de la Plana, 1988)
Grupo de Oncología Computacional (CNIO)

Doctora por la Universidad Jaume I de Castellón, Bárbara ha investigado en el Reino Unido (London Metropolitan University; UCL Cancer Institute); y en Estados Unidos (University of Cincinnati). En el CNIO desarrolla modelos computacionales para caracterizar las causas de cada tipo de inestabilidad cromosómica –una característica del cáncer relacionada con la metástasis–. También busca nuevas estrategias terapéuticas que permitan tratamientos más personalizados en los cánceres de mayor mortalidad.

El contrato Amigos del CNIO “me permitirá trabajar en un centro de excelencia con la tecnología y los recursos necesarios para desarrollar estrategias que mejoren el diagnóstico, manejo y tratamiento de los pacientes con tumores agresivos”, afirma.

Carolina Villarroya (Zaragoza, 1987)
Grupo Oncología Experimental (CNIO)

Carolina investiga en nuevas terapias contra el adenocarcinoma de páncreas y el cáncer de pulmón de células no pequeñas. “Ambos tumores están relacionados con mutaciones en el gen KRAS, causantes de la mayor parte de estos tipos de cáncer”, explica. Su objetivo es descubrir los mecanismos de resistencia a las terapias actuales e identificar dianas terapéuticas cuya inhibición combinada con la vía de KRAS consiga la regresión tumoral completa. 

Ha investigado en el CNIC (Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares) y la Universidad de Cornell (EE.UU.), además de en el CNIO. Uno de sus últimos trabajos fue el análisis del caso excepcional de una persona que ha sobrevivido a 12 tumores, que ha permitido abrir nuevas vías de diagnóstico precoz e inmunoterapia en cáncer.

“Sin el contrato Amigos del CNIO habría tenido que dejar la investigación”

Ivó Hernández (Murcia, 1991)
Grupo de Inestabilidad Genómica (CNIO)

Ivo explora los mecanismos moleculares que regulan la proteína TFEB, relevante en procesos de limpieza celular relacionados con el envejecimiento y el cáncer. Su objetivo es “encontrar nuevas estrategias químicas y genéticas para potenciar su actividad en pacientes y prolongar la esperanza de vida de forma saludable”.

Ha estado en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (Universidad Autónoma de Madrid). Sin el contrato Amigos del CNIO “habría interrumpido mi investigación actual y mi primera opción hubiera sido aplicar a puestos en la universidad como profesor”.

Rayan Naser (Beirut, Líbano, 1988)
Grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer (CNIO)

Rayan ha trabajado en Líbano (Universidad Americana y Universidad Libanesa Americana de Beirut) y Arabia Saudí (Universidad King Abdullah). Su objetivo es “esclarecer la estructura del complejo de proteínas URI para aclarar su comportamiento y ver cómo su alteración induce cáncer». Rayan utilizará la ingeniería de proteínas, la bioquímica y la crío-microscopía electrónica para sentar las bases estructurales del papel de URI en el cáncer, y proponer nuevos enfoques terapéuticos basados en alterar este complejo proteínico.

“Amigos del CNIO me brinda una oportunidad especial de colaborar con científicos de primera línea, tener acceso a herramientas de última generación y participar en proyectos que hacen progresar la ciencia”, afirma.

Mikhail Chesnokov (Moscú, 1988)
Grupo de Carcinogénesis Epitelial (CNIO)

Mikhail estudia los mecanismos moleculares implicados en la pancreatitis y el cáncer de páncreas: “Investigo el papel de NR5A2, una proteína que regula la diferenciación celular en el páncreas, el intestino y el hígado, y protege de los fenómenos inflamatorios”. Su objetivo es comprender cómo la manipulación de NR5A2 y otras moléculas que cooperan con ella contribuyen a prevenir/mejorar la pancreatitis, y a reducir el riesgo del cáncer de páncreas. 

Mikhail ha investigado en Rusia (Universidad del Estado en Moscú; N. N. Blokhin Centro Ruso de Investigación del Cáncer) y en EE. UU (Universidad de Illinois en Chicago; Universidad de Minnesota.

De no haber obtenido el contrato, su “mejor opción” hubiera sido “trasladarme de un país a otro, enviando innumerables solicitudes y esperando conseguir cualquier posible puesto relacionado con la ciencia”, explica. “Es una época muy difícil para los científicos rusos… Otra opción, aún menos deseable, hubiera sido quedarme en Rusia y luchar por continuar mi investigación bajo la presión constante de una financiación limitada y unas conexiones con el mundo aún más limitadas. El contrato Amigos del CNIO es uno de los acontecimientos que más me han cambiado la vida”.

Clara Reglero (Madrid, 1988)
Grupo de Cáncer Endocrino Hereditario (CNIO)

Clara trabaja en la validación de nuevas dianas genéticas detectadas mediante técnicas de secuenciación y análisis computacional, para mejorar el diagnóstico y el tratamiento de pacientes con cáncer hereditario: “El objetivo principal de mi proyecto es la identificación de nuevos mecanismos moleculares en casos con una predisposición al cáncer donde la causa es desconocida”, explica.

Ha trabajado en el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa y en la Universidad de Columbia (EE. UU.) “Gracias a Amigos del CNIO puedo trabajar en uno de los mejores centros de investigación oncológica de España, mi país de origen”, dice.

Elena Jiménez-Ortega (Albacete, 1991)
Grupo de Integridad Genómica y Biología Estructural (CNIO)

Elena estudia “la estructura tridimensional de proteínas involucradas en la replicación y mantenimiento del genoma mitocondrial”, explica. Recientemente se ha descubierto una asociación entre defectos en el ADN mitocondrial y varios tipos de cáncer, aunque los mecanismos no han sido investigados hasta la fecha.

Elena inició su carrera investigadora en el Instituto de Química Física Rocasolano (IQFR-CSIC). El presente contrato le permitirá “aplicar su conocimiento en biología estructural a la investigación del cáncer, y participar en el diseño de nuevas terapias”, señala.

María Martínez (Burgos, 1989)
Grupo de Complejos Macromoleculares en la Respuesta a Daños en el ADN (CNIO)

María ha investigado en Alemania (Laboratorio Europeo de Biología Molecular, EMBL) y Francia (Instituto Pasteur). Estudia transportadores de aminoácidos, “un grupo de proteínas responsables del movimiento de los aminoácidos a través de las membranas biológicas”, explica. Su objetivo es avanzar hacia la obtención de fármacos dirigidos a estos transportadores, puesto que un transporte alterado de aminoácidos puede causar tumores, enfermedades metabólicas o trastornos neurológicos.

Trabajar en el CNIO con el presente contrato le permitirá “establecer colaboraciones productivas y trasladar la investigación a la clínica”, dice.

Donaciones convertidas en investigación

El pasado año contamos además con la colaboración directa y muy activa no sólo de personas, asociaciones y fundaciones, sino de empresas que han supuesto un aliado esencial a la hora de financiar estos contratos. L’Oréal España y su marca La Roche-Posay financian un contrato en su totalidad. Otras compañías colaboradoras son Brother Iberia, Corporación RTVE, Grupo Santa Lucía y JC Decaux. El CNIO agradece su apoyo a todas ellas.  

Como afirma Jessica Rose Joy, directora de la Oficina de Filantropía del CNIO, “queremos que nuestros donantes –personas, fundaciones y empresas— se sientan un agente activo en la investigación del cáncer. Nuestro trabajo es convertir sus donaciones en investigación”.

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