Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
La conexión entre dos componentes celulares distintos —los microtúbulos y las uniones célula-célula— mantiene unidas las células madre de la piel y da soporte a la estructura cutánea
Estos resultados podrían dar nuevas pistas sobre las enfermedades inflamatorias de la piel, los procesos tumorogénicos o el envejecimiento cutáneo
El cuerpo humano está expuesto diariamente a agresiones externas como las bacterias, la luz ultravioleta o los agentes químicos. Un escudo de defensa frente a estos agentes es la piel, el mayor órgano del cuerpo humano, que desarrolla esta particular función gracias a un tipo de uniones muy estrechas que establecen las células que la conforman (uniones adherentes). La pérdida de adhesión entre estas células está relacionada con enfermedades inflamatorias y procesos tumorogénicos, de ahí el especial interés por la investigación en este área en los últimos años.
Un trabajo del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), que recoge en portada la revista Journal of Cell Biology, muestra cómo las interacciones entre las células madre de la piel, aquellas responsables de su regeneración diaria, mantienen la arquitectura de este órgano. “Sabíamos que estas uniones eran importantes en las células madre pero no conocíamos los componentes celulares implicados en su estructura y función”, indica Mirna Pérez-Moreno, jefa del Grupo Biología Celular Epitelial del CNIO que ha dirigido el trabajo.
Mediante el estudio de células derivadas de ratón, los investigadores han descubierto que uno de los elementos clave para la formación y estabilización de estas uniones son los microtúbulos, unas estructuras tubulares que forman parte de las células y que sirven de pilares para mantener su forma y función.
“Hemos visto por primera vez que los microtúbulos de las células madre de la piel se asocian con las uniones célula-célula para formar estructuras tipo velcro y mantener así las células unidas”, explica Marta Shahbazi, investigadora del equipo de Pérez-Moreno y primera autora del artículo.
La conexión entre estos dos componentes celulares, los microtúbulos y las uniones célula-célula se produce gracias a la interacción entre las proteínas CLASP2 y p120 catenina, asociadas a los microtúbulos y a las uniones celulares respectivamente.
“Observamos que la ausencia de CLASP2 o p120 catenina [células mutantes] provoca una pérdida de las uniones entre las células madre de la piel, y por lo tanto, alteraciones en la estructura de estas células”, señala Shahbazi.
“Nuestros resultados abrirán nuevos caminos para explorar cómo estas proteínas regulan la fisiología de la piel”, explica Pérez-Moreno, y avanza que este conocimiento será “importante para el posible desarrollo de futuras terapias regenerativas, antienvejecimiento o anticancerígenas”.
La investigación ha contado con financiación del Ministerio de Economía y Competitividad, el Association for International Cancer Research AICR-UK y la Fundación “La Caixa”.
La células madre de la piel mutantes pierden las conexiones con sus vecinas (rojo derecha) respecto a las células madre normales (rojo izquierda). /CNIO
Izquierda: Marta Shahbazi, primera autora del trabajo. Derecha: Mirna Pérez-Moreno, líder del estudio. /CNIO
Artículo de referencia
CLASP2 interacts with p120-catenin and governs microtubule dynamics at adherens junctions. Shahbazi MN, Megias D, Epifano C, Akhmanova A, Gundersen GG, Fuchs E, Perez-Moreno M. Journal of Cell Biology (2014). doi: 10.1083/jcb.201306019