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Nature Reviews Cancer. La investigadora del CNIO Ana Losada revisa el papel de las cohesinas en cáncer

20.06.2014

Ayuda a parar el cáncer

Nuevas mutaciones en las cohesinas, proteínas tradicionalmente relacionadas con la división celular, son altamente frecuentes en varios tipos de cáncer como el de vejiga o el melanoma

El estudio de estas mutaciones y sus consecuencias puede ayudar a entender mejor estas patologías y mejorar el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes

La revisión se publica este mes en la revista 'Nature Reviews Cancer'

La secuenciación masiva de los genomas del cáncer saca a la luz día tras día nuevos genes que podrían estar íntimamente relacionados con procesos tumorigénicos. Un buen ejemplo de ello son las cohesinas, proteínas que forman un complejo en forma de anillo que abraza el ADN para controlar la división celular. Hace tan solo unos meses, y después de varios trabajos dirigidos en la misma dirección, la secuenciación de miles de muestras tumorales identificaba el gen STAG2 -cuyo producto forma parte de las cohesinas- como uno de los más frecuentemente mutados en varios tipos de cáncer como el de vejiga o el melanoma.

Ahora el reto es entender el vínculo de las cohesinas con el desarrollo del cáncer y su evolución, sobre el que se tienen muy pocos datos a día de hoy. Ana Losada, jefa del Grupo de Dinámica Cromosómica del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y experta mundial en materia de cohesinas, resume en Nature Reviews Cancer las últimas investigaciones sobre su función, regulación, y reciente identificación como posibles instigadoras o facilitadoras de tumores.

Según describe el artículo, las cohesinas “previenen la separación prematura de las cromátidas hermanas [aquellas que contienen el material genético duplicado antes de la división celular]”, lo que facilita la repartición equitativa del material genético entre las células hijas y la reparación del ADN.

“Desde hace unos años varias investigaciones añaden un nuevo papel de estos complejos relacionado con el mantenimiento de la estructura 3D del genoma y la expresión génica”, explica Losada. En este caso, las cohesinas intervienen durante la interfase del ciclo celular, cuando las células no se dividen y que representa el mayor estado de la vida celular.

Esta nueva función ajena a la reproducción celular abre un campo aún poco conocido en el que investigar las enfermedades oncológicas, y que puede ayudar a entender la importancia funcional de las mutaciones en cohesinas y su vinculación al cáncer.

EL CÁNCER DE VEJIGA, UN CASO PARADIGMÁTICO

La revisión hace mención especial a varios trabajos sobre el cáncer de vejiga, donde las mutaciones en STAG2 son las más comunes, llegando a representar “hasta un 30% en los tumores de menor grado y hasta un 10-15% en aquellos más agresivos”.

Entre las investigaciones mencionadas está una reciente publicación coordinada por Francisco X. Real y Núria Malats en el CNIO . Los investigadores describían que mutaciones en STAG2 no correlacionaban con alteraciones en la carga genética de las células tumorales. A partir de estas observaciones, concluían: “El gen participa en cáncer de vejiga a través de mecanismos distintos a la repartición [del material genético]”.

Losada apunta que un mejor entendimiento de la biología de las cohesinas, así como la generación de nuevos modelos animales y celulares deficientes para estas proteínas, podría contribuir a una mejora en el tratamiento y diagnóstico de los pacientes.

Desde que descubriera a finales de los 90 las cohesinas en organismos vertebrados, Losada sigue investigando intensamente en esta área de conocimiento usando diversos modelos experimentales, como el sapo africano Xenopus laevis o el ratón.

Más información sobre el Grupo de Dinámica Cromosómica.


Funciones de las cohesinas. /Nature Reviews Cancer


Artículo de referencia

Cohesin in cancer: chromosome segregation and beyond. Losada A. Nature Reviews Cancer (2014). doi: 10.1038/nrc3743

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