Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Javier Ballesteros, presidente de la Fundación Seve Ballesteros (FSB) e hijo del legendario golfista cántabro, visitó ayer el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) junto a su hermano Miguel, miembro también del patronato de la institución, que se dedica a promocionar la investigación sobre tumores cerebrales y con este fin patrocina el laboratorio FSB?CNIO, que dirige desde el año pasado el investigador Massimo Squatrito.
En el encuentro participaron la directora del CNIO, Maria Blasco; el director del Programa Fundación BBVA-CNIO de Biología Celular del Cáncer, Erwin Wagner; el director científico de la FSB, Cristobal Belda, además de Squatrito, entre otros. La visita consistió en una reunión informativa sobre el CNIO y la investigación que realiza el Laboratorio FSB-CNIO, además de un recorrido por los laboratorios del centro.
Cada año se diagnostican en el mundo 100.000 tumores cerebrales malignos, un 3% de los casos de cáncer. De ellos, 4.000 se detectan en España. La FSB, a través de iniciativas como el Desafío, competiciones de golf benéficas, recauda fondos para promover investigaciones y proyectos de excelencia y élite científica que contribuyan a mejorar la calidad de vida y la supervivencia de los afectados por esta enfermedad.
Javier y Miguel Ballesteros posan con la placa conmemorativa de la creación del laboratorio Fundación Seve Ballesteros /CNIO
Erwin Wagner, Masimo Squatrito, Javier Ballesteros, María Blasco y Miguel Ballesteros, antes de la reunión entre ambas instituciones, que colaboran en la investigación de los tumores cerebrales (de izquierda a derecha) /CNIO