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European Urology. Primer biomarcador en sangre de respuesta al tratamiento del cáncer de próstata más agresivo.
En colaboración con investigadores británicos e italianos

13.11.2018

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David Olmos David Olmos. /CNIO

En el cáncer de próstata resistente a la castración, los tumores siguen progresando a pesar de haber suprimido la producción de testosterona; más del 90% de estos pacientes desarrollan metástasis, y su supervivencia es de 1 a 2 años

Mediante biopsia líquida, un sencillo análisis de sangre en muestras de más de 150 pacientes ha sido capaz de determinar qué tipo de tratamiento prolongará su supervivencia

El cáncer de próstata más agresivo, el resistente a la castración, puede ser tratado con dos tipos diferentes de terapias: los taxanos o los tratamientos hormonales. Hasta la fecha, no hay estudios comparativos entre ambos y la decisión de qué tratamiento emplear se realiza de forma empírica y según las preferencias de los pacientes. Ahora, un estudio coliderado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) e investigadores de Italia y Reino Unido, y publicado en la revista European Urology, ha definido un biomarcador que, a través de biopsia líquida, puede determinar cuál de los dos tratamientos prolongará la supervivencia de cada paciente.

El estudio, que muestra una vez más el papel imprescindible de la investigación básica para la mejora de la atención clínica a los pacientes, ha estado dirigido por David Olmos, jefe de la Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del CNIO, Ugo de Giorgi, del Istituto Scientifico Romagnolo per lo Studio e la Cura dei Tumori (IRST), IRCCS de Meldola (Italia), y Gerhardt Attard, del Centro de Evolución y Cáncer del Instituto de Investigación del Cáncer (ICR) en Reino Unido.

¿Taxanos o terapias hormonales?

El cáncer de próstata está entre los más frecuentes en hombres y es uno de los que cuenta con mayor tasa de supervivencia a los cinco años cuando se diagnóstica en fase localizada. Cuando se diagnóstica en fase avanzada o un tumor localizado recae tras el tratamiento local inicial, la forma más habitual de combatirlo es a través de la privación de las hormonas masculinas (andrógenos), ya sea por extirpación quirúrgica de los testículos o mediante el uso de medicamentos que eliminan la producción de testosterona (castración química). Sin embargo, muchos de estos pacientes, hasta un 90%, desarrollan tras esta castración inicial formas más agresivas resistentes a la castración, la supervivencia media de estos pacientes está en torno a los 2 años.

Entre las terapias destinadas a prolongar la supervivencia en el cáncer de próstata resistente a la castración, los taxanos –docetaxel y cabazitaxel– funcionan bloqueando la división y proliferación celular. Las terapias hormonales de nueva generación –abiraterona y enzalutamida-, por el contrario, actúan sobre la producción de los andrógenos, las hormonas masculinas: la abiraterona inhibe su síntesis, mientras que la enzalutamida bloquea el receptor nuclear de la testosterona, es decir, interfiere con la producción de la gasolina que hace que el tumor siga creciendo.

“Hoy en día, no hay estudios comparativos entre hormonas y taxanos”, explica David Olmos. “Solo hay estudios en poblaciones similares, y la selección de los tratamientos se hace de forma empírica. Se suele optar por comenzar con los tratamientos hormonales, pero también depende de la preferencia del paciente, tras informarle debidamente sobre cada una de las opciones”.

Los resultados del estudio que ahora publica European Urology han determinado que los pacientes de cáncer de próstata resistente a la castración que tienen un número normal de copias del gen de receptor androgénico (RA) –aquel que regula la señales celulares mediadas por las hormonas masculinas– en ADN tumoral circulante (el ADN que el tumor libera al torrente sanguíneo), parecen tener un menor riesgo de progresión de la enfermedad y mejor supervivencia cuando son tratados con abiraterona/enzalutamida con un aumento de la supervivencia del 50% comparado con docetaxel, donde la supervivencia mediana fue entorno a los 24 meses”, continúa explicando Olmos. Por otro lado, los pacientes con más copias del gen del receptor de andrógenos responden ligeramente mejor al docetaxel, con una mejoría aproximada de la supervivencia de unos 9 meses comparada con abiraterona/enzalutamida.

Este trabajo, liderado por tres investigadores de proyección internacional, Olmos, Attard y de Giorgi, y con la participación de científicos de España, Italia y Reino Unido, representa un ejemplo de colaboración en el marco de la investigación clínica y traslacional en nuestro entorno académico europeo, cuya prioridad es el beneficio de los pacientes. La Unidad de Investigación Clínica de Cáncer de Próstata del CNIO ha liderado el estudio en España y ha coordinado los 13 centros españoles de los que proceden 112 pacientes de los 239 analizados.

Esta Unidad Clínica cuenta con una extensa red de colaboradores clínicos, integrados en la plataforma PROCURE. Esta plataforma, fruto de la colaboración y esfuerzo de múltiples investigadores españoles, ha dado lugar a una de las mayores colecciones prospectivas multicéntricas de muestras biológicas de pacientes de cáncer de próstata avanzadas asociadas a datos clínicos prospectivos más importantes en el ámbito académico europeo.

La biopsia líquida: inocua, rápida y eficaz

La presencia de RA en ADN tumoral circulante se convierte así en el primer biomarcador que ayudaría a definir el tratamiento de primera línea a suministrar a los pacientes, e incide en la importancia de las sinergias entre la investigación básica y la atención clínica para mejorar su calidad de vida. El estudio indica también la urgencia por desarrollar nuevos tratamientos para pacientes con ganancia de RA, ya que responden peor a las terapias existentes.

La biopsia líquida se ha revelado como un método fiable, rápido y no invasivo para determinar las alteraciones de un tumor concreto y poder decidir la terapia más adecuada a cada caso. Con un sencillo análisis de sangre, se evita la invasión en el tejido que supone la biopsia tradicional y su fiabilidad es mucho mayor.

Como explica Olmos, “mediante métodos bioinformáticos calculamos la fracción de ADN tumoral presente en el ADN libre total en plasma, y en esa fracción se calcula a su vez el número de copias de RA”. En el caso de este estudio, la biopsia líquida ha servido para “confirmar que un marcador que sabemos que tiene validez pronóstica también tiene utilidad predictiva. El próximo paso consistirá en realizar un estudio randomizado que pueda confirmar los resultados”.

El estudio ha contado con financiación de la European Society of Medical Oncology (ESMO), el Medical Research Council, Cancer Research UK, el Instituto de Salud Carlos III, la Prostate Cancer Foundation y los Ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno de España.

Artículo de referencia

Plasma AR and docetaxel for metastatic castration-resistant prostate cancer. Vincenza Conteduca, Anuradha Jayaram, Nuria Romero-Laorden, Daniel Wetterskog, Samanta Salvi, Giorgia Gurioli, Emanuela Scarpi, Elena Castro, Mercedes Marin-Aguilera, Cristian Lolli, Giuseppe Schepisi, Antonio Maugeri, Anna Wingate, Alberto Farolfi, Valentina Casadio, Ana Medina, Javier Puente, Mª Jose? Mendez Vidal, Rafael Morales-Barrera, Jose C. Villa-Guzman, Susana Hernando, Alejo Rodriguez-Vida, Aranzazu Gonza?lez-del-Alba, Begon?a Mellado, Enrique Gonzalez-Billalabeitia, David Olmos, Gerhardt Attard, Ugo De Giorgi. European Urology (2018). DOI: 10.1016/j.eururo.2018.09.049

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