Mientras representantes de casi 200 países se reúnen en Emiratos Árabes en una nueva cumbre del clima para tratar de evitar las peores consecuencias del cambio climático en curso, los participantes en la V Jornada de Filosofía y Ciencia en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) debaten sobre la “catástrofe” de la pérdida de biodiversidad, un desafío que consideran aún mayor en gran medida porque avanza imparable pero silente, sin apenas atención social pese a sus inimaginables consecuencias.
Frenar el acelerado ritmo actual de extinción de especies exige un cambio de valores profundo, pero posible, dijeron tanto los filósofos y ecólogos. Sus mensajes coincidentes: la naturaleza no es una mera proveedora de recursos, porque las personas también somosnaturaleza-; la salud de la naturaleza también es la nuestra; es obligatorio reducir el consumo de bienes y de energía, porque necesitamos una economía compatible con la naturaleza.