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Medialab-Prado se asoma al uso del ‘big data’ en el CNIO

03.07.2015

Colabora con el CNIO

El CNIO ha acogido una visita guiada a la Unidad de Bioinformática y a la Sección de Química Médica, dentro del proyecto ‘Ojo al Data’ del centro cultural madrileño Medialab-Prado

Los visitantes pudieron conocer las profundas implicaciones de los grandes volúmenes de datos para la ciencia y en particular para la oncología, tanto en el estudio de las bases genéticas del cáncer como en las fases tempranas del descubrimiento de fármacos

Medialab-Prado, el centro cultural del Área de las Artes, Deportes y Turismo del Ayuntamiento de Madrid, ha invitado al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) a sumarse a su proyecto Ojo al Data. Desde el mes de marzo, este proyecto está analizando el fenómeno del big data, es decir, el aumento exponencial del volumen de información que generan los procesos científicos, económicos, sociales y culturales. El pasado 2 de julio, el CNIO respondía a la invitación abriendo las puertas de la Unidad de Bioinformática y de la Sección de Química Médica, en las que los visitantes descubrieron el potencial de este fenómeno para la investigación oncológica.

El concepto de big data describe la gestión e interpretación de cantidades masivas de datos que, por su volumen, variabilidad y velocidad a la que se generan, no pueden ser procesados por las herramientas tradicionales. El imaginario colectivo lo relaciona habitualmente con grandes empresas tecnológicas o de telecomunicaciones, pero un aspecto más desconocido para el público es que también posee una gran relevancia para la ciencia. En un centro dedicado a la investigación biológica, química o  médica actual es muy difícil no ya solo realizar experimentos, sino también comprenderlos, sin el uso de herramientas computacionales de capacidades avanzadas. Para la oncología en particular ha tenido profundas implicaciones, ya que agilizar y abaratar la secuenciación del ADN ha revolucionado el estudio de las bases genéticas del cáncer.

“Es importante que se sepa que en un centro de investigación como el CNIO se realizan experimentos masivos que generan datos al mismo ritmo que las grandes empresas, y que se muestre cómo las tecnologías de la información son fundamentales para entender las bases genéticas y moleculares del cáncer”, explica David González Pisano, jefe de la Unidad de Bioinformática. Formada por biólogos, bioinformáticos e ingenieros, esta Unidad presta soporte a los grupos de investigación del CNIO que necesitan interrogar los datos masivos de sus experimentos para responder a cada pregunta biológica que se les presenta.

DATOS MASIVOS PARA ENTENDER LAS ENFERMEDADES

“Se estima que hay unos 37 billones de células en el ser humano, y la mayoría de ellas contiene dos copias (paterna y materna) de una molécula de ADN”, continúa González Pisano. “A su vez, esta molécula contiene 3.000 millones de letras químicas que forman en torno a unos 20.000 genes. En cada célula se producen aproximadamente unas 250.000 proteínas cada segundo. Estos números son difíciles de digerir y, por supuesto, de manejar. Las técnicas actuales de biotecnología nos permiten capturar fotografías moleculares de parte de estos sistemas biológicos y observar, en un único experimento, el estado y composición de millones de estos elementos. Esto genera unas cantidades masivas de datos que nos permiten entender las enfermedades que estudiamos, pero para ello debemos gestionarlas y analizarlas con tecnologías computacionales”.

Los participantes también visitaron la Sección de Química Médica del Programa de Terapias Experimentales, que trabaja en las fases tempranas del descubrimiento de fármacos. “A partir de las moléculas que ya han mostrado eficacia para algún tipo de cáncer en modelos animales, obtenemos potenciales fármacos anticáncer”, explica Sonia Martínez, coordinadora de la Sección. “Durante el proceso de optimización de los compuestos, que incluye numerosos ensayos in vitro e in vivo, generamos gran cantidad de datos para cada compuesto químico”. La Sección trata estos datos de forma automatizada a través de una plataforma que gestiona la información de una colección de 50.000 compuestos, 28.000 reacciones químicas, 700.000 resultados biológicos y el acceso a proveedores de más de 5 millones de compuestos químicos.

La visita forma parte de Ojo al Data, un proyecto bajo cuyo marco ya se han celebrado varias conferencias, talleres y debates, así como la BBVA InnovaChallenge Data Week en el Centro de Innovación BBVA, o la exposición ‘Big Bang Data’ y las Jornadas ‘Vivir en un mar de datos’, ambas con la Fundación Telefónica. El organizador de Ojo al Data, Medialab- Prado, es un laboratorio ciudadano de producción, investigación y difusión de proyectos culturales que explora las formas de experimentación y aprendizaje colaborativo que han surgido de las redes digitales.

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